El individuo y la sociedad
Vivimos en una era singular en la historia. A medida que la humanidad deja atrás su etapa de infancia y se aproxima a su madurez colectiva, surge con mayor urgencia la necesidad de una nueva comprensión de las relaciones entre el individuo, la comunidad y las instituciones de la sociedad.
Es esencial reconocer la interdependencia de estos tres elementos clave en el avance de la civilización. Los antiguos paradigmas de conflicto, donde las instituciones exigen sumisión y las personas demandan libertad, deben ceder paso a concepciones más profundas que valoren las funciones complementarias de cada uno en la construcción de un mundo mejor.
Al aceptar que el individuo, la comunidad y las instituciones son los pilares fundamentales para edificar la civilización y actuar en consecuencia, se abren vastas posibilidades para la felicidad humana y se facilita la creación de entornos que permitan liberar los verdaderos poderes del espíritu humano.
«Todos los hombres han sido creados para llevar adelante una civilización en continuo progreso».
— Bahá’u’lláh
